El arte de Francisco López en el MAMM

¨La vida canta e improvisa desde las moléculas hasta las galaxias. El sonido nos habla, aunque no tenga nada específico que decir. Las melodías del mundo son lo que son. Nada menos, nada más. No hay que tener miedo a escuchar¨.

-David Rothenberg

La oscuridad posibilita el aislamiento profundo y reflexivo. Al cerrar los ojos podemos tomar consciencia de una gran variedad de sensaciones internas y puede que logremos establecer una conexión con estados más elevados de la mente. Una venda alrededor de los ojos nos permite abstraernos aún más de la realidad fenoménica, de la materia visual, haciendo que nuestra apreciación de los sonidos sea mucho más directa. Mediante este acto de escucha consciente nos podemos introducir plenamente en los ambientes sonoros que establece Francisco López. Su arte es un ejemplo de las posibilidades que tiene el sonido para manifestar mundos interiores.

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El artista español, una figura relevante dentro de la música experimental y el arte sonoro, se destaca por crear universos a partir de su propia escucha profunda del mundo. En su visita por Medellín dará a conocer su trabajo a través de un concierto previo a la apertura de la instalación ´Hyper-Rainforest` en el Laboratorio de experimentación sonora del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), la cual estará abierta al público desde el 10 de octubre hasta el 12 de noviembre de 2018.

El concierto ´Crear con la escucha` se llevará a cabo el 3 de octubre a las 7:00 p.m. en el Teatro MAMM. Se trata de un acto de inmersión total en los sonidos; es una invitación a experimentar lo sonoro sin distracciones externas, ya que los ojos de los asistentes estarán cubiertos. La propuesta es la de abandonarse a los sonidos, al movimiento de las ondas cerebrales y a las demás sensaciones corporales internas. En palabras del artista, la venda es un elemento de ritual colectivo de dedicación en la escucha. Según él, ¨no es sólo que obviamente escuchamos mejor cuando no vemos, sino que, además, y esto es incluso más crucial, se genera una situación de expectación e inmersión colectiva que intensifica, emocional y estéticamente, la escucha¨.

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Un sistema estéreo multi-canal rodeará a la audiencia, que estará sentada en círculos concéntricos frente a un despliegue de parlantes. Sobrepasando la idea de concierto tradicional, el artista presentará un universo sonoro virtual, que se aleja de lo conocido como paisaje sonoro. El objetivo de López, es que con este tipo de experiencias sea posible traspasar los límites de la percepción para llegar al poder puro del sonido y que, de esta manera, se produzca una apertura hacia la expansión sensorial y espiritual.

Es así como la escucha a ciegas (Blind Listening) de Francisco López es un tipo de escucha profunda que indaga más a fondo en los sonidos. Esta forma de escucha no niega lo que está afuera de los sonidos; también explora y afirma todo lo que está adentro de ellos para despertar el potencial creador de los individuos.

Setup timelapse: Francisco López: Hyper-Rainforest at EMPAC from EMPAC @ Rensselaer on Vimeo.

Por su parte, ´Hyper-Rainforest` es una instalación sonora inmersiva creada a partir de grabaciones ambientales originales de una duración aproximada de 70 minutos, realizadas por el artista durante un período de veinte años en selvas y bosques lluviosos de todo el planeta. Esta es una reproducción continua de sonidos en bucle dispuesta en el espacio del Lab3. La oscuridad de la sala funciona como vía de acceso a los sonidos, y al mismo tiempo, como camino de ingreso a ese universo interior donde se producen manifestaciones sonoras difíciles de percibir de cualquier otra forma. La muestra es una indagación en la dimensión trascendental de la materia sónica misma. El sonido se percibe como un todo y a diferencia de la bioacústica tradicional, no hay distinción entre los sonidos del primer plano y los del fondo.

La oscuridad del espacio también hace que nuestra actitud hacia la escucha cambie. Nos introduce en un ambiente sonoro peculiar cuando nos sentamos a escuchar a ciegas la reproducción de sonidos, provenientes de los 12 altavoces que nos rodean. Sentimos cambios repentinos de sonidos, detalles que se presentan por sorpresa, además de la complejidad de las capas sonoras y los fragmentos de sonidos con vida propia, los cuales no han sido manipulados o procesados y que, al mismo tiempo, no se ajustan a nuestra realidad.

La pieza no intenta reproducir la realidad natural y original de los lugares sino recrear lo que el artista denomina hiper-realidad, un mundo sonoro virtual auto-suficiente. Así la experiencia promueve la inmersión sonora con una aureola de misterio y funciona como una manera de distanciarnos de la realidad cotidiana, permitiéndonos ingresar en el santuario que cada uno de nosotros alberga. Ese, donde habitan los sonidos primordiales.