Alba Fernanda Triana

Polifotonía. Una nueva exposición de arte sonoro en el MAMM

¨… Las ondas están ahí afuera y están saludando¨.

~Pauline Oliveros

1En el medio de la sala que conforma el Laboratorio de experimentación sonora (Lab3) del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM), se erigen, como aureolas de luz brillante, tres esculturas compuestas por una cuerda, un parlante y un afinador. Aparecen complementandose entre sí y creando un conjunto visual armónico que resalta en la oscuridad. El movimiento sutil y complejo de la luz, inducido por las frecuencias de onda, producen casi de inmediato un estado de atención absoluta una vez que se ingresa en el recinto expositivo.

Se trata de la instalación Polifotonía de Alba Fernanda Triana. Las tres estructuras representan los instrumentos musicales de un ensamble, pero en vez de emitir un sonido audible, emiten uno visible. La obra funciona con un parlante que excita la cuerda y esta adopta la forma de la onda sonora, una onda sinusoidal simple que se muestra como una sombra ovalada, que en física o en música se llama antinodo. Esta se va transformando entre los 23 o 30 minutos que dura la pieza. La artista utiliza la luz como herramienta para hacer visible la onda sonora, como si trabajara sobre un lienzo, a través de la manipulación de las frecuencias de onda.

La obra comienza con una única onda de luz que se va engrosando y poco a poco entran otras para cambiar las propiedades. Estas nuevas luces, a las cuales Triana denomina ¨voces¨, se refuerzan o cancelan entre sí. Para la artista, la importancia de esta, como de todas sus demás obras, radica en la exploración sobre la interacción existente entre el ser humano y sus alrededores. Triana explica que una serie infinita de cosas suceden constantemente en la naturaleza circundante, pero estas acontecen a niveles muy pequeños que nuestros sentidos no pueden percibir.  Por eso, con este tipo de trabajos, se interesa en la investigación y en el análisis de los fenómenos naturales y los interpreta, mediante un discurso visual compuesto de ondas que se transforman al asignarle parámetros tradicionalmente atribuidos a la música. Así utiliza tiempo, frecuencia, textura y densidad, para traer lo intangible a un ámbito tangible.

Cabe resaltar que dichas ondas sonoras también conviven con partículas de energía o partículas en vibración. Por lo que el comportamiento de las ondas en la instalación, también se debe al traslado de la energía vibratoria al campo visual. Dicha energía está siempre presente en la ¨sonosfera¨, para utilizar el término acuñado por Pauline Oliveros al describir todo el rango de energía presente en el espacio, que cubre tanto la energía magnética como la eléctrica, la electromagnética, la geomagnética, la cuántica y la acústica. Con Polifotonía entramos en contacto con las frecuencias de onda de estos tipos de energía, principalmente la acústica.

En suma, este trabajo no trata simplemente de la disposición de tres objetos en un espacio. Consta de tres esculturas porque las tres se comportan como si fueran miembros de un ensamble, representan un trío, y cada determinado tiempo (200 segundos aproximadamente) las tres se sincronizan y tocan la misma pieza, pero a una velocidad de frecuencia diferente. Utilizando su metodología de compositora, la artista logra transformar parámetros musicales, y por eso con el título Polifotonía hace referencia al término musical polifonía (múltiples voces) y foto, el prefijo que alude a la luz.

Este planteamiento poético más que musical, ha sido concebido en obras anteriores, como la serie de piezas titulada ¨Música sobre una cuerda amarrada¨, en la que la luz y las ondas interactuaban produciendo una vibración compleja, y en la que se podía examinar el fenómeno de la resonancia; o en ¨Gamelán Electrónico¨, un instrumento musical interactivo en el que las personas podían cambiar el timbre y la calidad de una pieza musical de dos minutos, cuando la sombra de las manos pasaba sobre una mesa de luz. Actualmente, Alba Triana trabaja con el CERN y otras instituciones para desarrollar una pieza que explora elementos primordiales de la naturaleza, lo que incluye propiedades y comportamientos de diferentes formas de vibración y de energía, y las leyes fundamentales del azar, las cuales están intrínsecamente relacionadas a los métodos creativos de la naturaleza. Para otro de sus trabajos en proceso explorará un fenómeno llamado ¨entrelazamiento cuántico¨.

 

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Música sobre una cuerda amarrada (2015)

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Gamelán Electrónico (2008)

En la visita comentada de la exposición Polifotonía llevada a cabo el día 6 de diciembre en el MAMM, la artista dejó claro que existen varias razones por la cuales realiza este tipo de obras. En primer lugar, porque piensa que en el arte contemporáneo pudiera haberse llegado a un nivel de sobre-conceptualización y ella está interesada no solo en lo que se entiende a través de las palabras, sino también en lo que puede concebirse a partir del poder de la experiencia. Cree profundamente en la intuición y en que la experiencia es el único medio con el cual se puede llegar a conocer aspectos muy complejos de la existencia. En segundo lugar, espera que cuando los visitantes entren y vean la obra, logren comprender más allá de lo que está a simple vista y puedan conectarse con algo más profundo de la existencia, con los principios fundamentales de la naturaleza. Y en tercer lugar, porque siendo compositora ha decidido exceder el mundo de lo sonoro, ya que hoy en día la realidad es tan compleja que se hace muy difícil abordarla desde una sola disciplina. Ella aboga por el trabajo en equipo, interdisciplinario y que parta de la experiencia holística. El suyo es un intento de comprenderse a sí misma, no solo como una persona con un sistema nervioso que ve, huele, siente y toca, sino también como un ser que abarca un espectro amplio de posibilidades de existencia.

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Visita comentada MAMM (6 de diciembre de 2018)

Polifotonía estará abierta hasta el 17 de febrero del 2019 en el Lab3 del Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM). El Laboratorio de experimentación sonora (Lab3) es un espacio dedicado al sonido como objeto de reflexión. Inaugurado a finales del 2015, nace como un espacio único en el país para un tipo de prácticas creativas que apuestan por el sonido como elemento primordial y que proponen la confluencia entre arte, ciencia, tecnología y sociedad. Este cuenta con las condiciones físicas que permiten a los visitantes entrar en un estado de quietud, favorable para la inmersión profunda en los sonidos y el contacto con nociones como las de ecología acústica, escucha profunda, cartografías sonoras, paisaje sonoro, electroacústica, poesía sonora, radio arte,  computer music, noise, circuit bending, tecnologías mestizas, cultura hacker, paisaje electromagnético, sonosfera y un amplio listado de prácticas y conceptos que se han tratado en cada una de las exposiciones realizadas hasta el momento: Territorio Táctil, Jagüey, Micro-ritmos, Escuchas, Darién, El Maravilloso Mundo de las Máquina de Jacqueline Nova, De dientes para afuera, Rarae Aves, 4×10. Exploraciones Sonoras sobre el Tiempo, Yarumo. Diálogos y Resonancias, Hyper-Rainforest y Polifotonía.